Uno de los imprescindibles de esta ciudad es hacer el recorrido en el Tren Circular Yangón. ¿Habéis oído hablar de él? A nosotros muchísima gente nos lo había recomendado y como teníamos una mañana libre, decidimos dedicarla exclusivamente al tren. ¡Y no nos arrepentimos, en él tuvimos la gran suerte de conocer la cara más real y cercana de los birmanos!
De ahí que hayamos querido dedicarle a este viaje un post especial en el que queremos contaros todos los detalles.
Para coger el Tren Circular, os tenéis que dirigir hasta la estación central de Yangón. Una vez allí, debéis bajar las escaleras hasta el andén 7 y en ese mismo andén, que es de dónde sale el tren circular, comprar los tickets en la taquilla.
Precio: 200 MKK (0,10 €)
Horarios: Desde las 6:10 hasta las 17:10 h.
Consejo: Recomendamos coger el tren entre las 10 y las 14 h, que es cuando está menos concurrido y cuando podréis disfrutar mejor del viaje.
Os adjuntamos a continuación la ruta completa con todas las paradas que realiza el tren. No es necesario ni obligatorio hacer el recorrido al completo. Podéis subiros y bajaros en el momento que queráis. Aunque si disponéis de tiempo, nuestro consejo es que realicéis el trayecto de las 3 horas al completo, de principio a fin.
Ahora, os vamos a narrar cómo vivimos y sentimos estas 3 horas completas de viaje en tren por la ciudad. Creemos que es la mejor forma de entender todo lo que vimos durante este trayecto tan especial.
Esperamos el tren hasta que muy puntual, a las 11:30h de la mañana, hace su entrada en la estación. Nos llama muchísimo la atención su color azul, nos trae grandes recuerdos del tren de Sri Lanka. Corriendo nos subimos a uno de sus vagones que van bastante llenos de gente. No somos los únicos turistas que decidimos hacer este viaje, pero sí seremos de los pocos que lo haremos completo.
Y aquí empiezan unas horas del más puro vouyerismo. Nos convertimos en auténticos observadores en esos vagones. No perdiendo detalle ni hilada de lo que pasa a nuestro alrededor. Gente que sube y baja, una mujer con una niña preciosa en sus brazos de la que nos enamoramos, los vendedores ambulantes pasenado de arriba a abajo cargando con todo tipo de comida (mango, manzanas, mandarinas, helados… ¡hasta huevos!), señoras mayores, chicos jóvenes, familias con niños, agricultores que utilizan el tren para transportar sus alimentos…
No sólo es importante lo que pasa en el interior del tren, sino también en el exterior. Vemos cómo poco a poco va cambiando el paisaje que observamos por las ventanas. Pasamos de la ciudad, a una zona más pobre y rural, y otra más agrícola.
También es interesante ver desde dentro del tren qué pasa fuera en cada estación de ferrocarril en la que paramos.
Todo era nuevo, diferente, curioso para nosotros. Es de esos viajes que más te enseñan y te acercan a la vida y a la cultura del país. Nosotros lo bautizamos como el «tren de las sonrisas» porque no sabéis la cantidad de sonrisas que intercambiamos. Es impresionante como en este país con una simple mirada te hacen ese regalo. Sonrisas no forzadas, sino puras y sinceras. Ese es uno de los grandes recuerdos que tenemos de Myanmar y de su gente.
¿No nos digáis que estas miradas no están llenas de vida, de alegría, de sinceridad y de bondad? Por eso os recomendamos que durante vuestra visita a la ciudad de Yangón, no dejéis de subiros a este tren. ¡No lo olvidaréis! De eso estamos seguros.
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1 comentario
Hola, ¿Cómo están?
Bueno, el mundo del internet me ha llevado a encontrar esta entrada sobre el Tren Circular. Les ha quedado genial, enhorabuena. Escribo aparte para felicitarlos, para contarles que yo también escribí una entrada en mi blog de viajes sobre esta maravillosa experiencia. Estuve mucho tiempo viajando por Myanmar, y me quedé casi dos semanas en Yangón, fue hermoso o al menos a mi me encantó.
Espero que les guste como a mi la de uds. A ver si es que la vida es buena, y si nos permite seguir viajando tanto. Exitos en todo, gente.
Saludos