Hoy nos espera un día de lo más completo, visitaremos algunos de los templos más especiales de la isla de los dioses, como el templo Tanah Lot Bali. ¡Te contamos la ruta al completo de este día descubriendo Bali!
Suena el despertador y al apagarlo, escuchamos de fondo el cantar de las ranas a primera hora de la mañana. Eso significa que estamos en Bali y qué ganas teníamos de llegar a esta isla y recorrerla. Nos quedan por delante 6 días completos para conocerla a fondo. Nos levantamos a las 07:00H, nos vestimos y bajamos a desayunar. El desayuno en el hotel se sirve justo en el lobby. Hoy es a base de buffet libre. Cogemos un buen plato de fruta, unas tostadas y un café con leche.
A las 08:00H ya estamos listos con nuestras mochilas para todo el día. Nos espera una ruta fantástica por algunos de los templos más conocidos de Bali: Pura Taman Ayun, Pura Ulun Danu Bratan, Pura Tanah Lot.
Además haremos una parada en una de las zonas de terrazas de arrozales más famosas de la isla: Jatiluwih. Así que empezamos a dar nuestros primeros pasos por Bali con fuerza.
Y puntual llega Mela, el que será nuestro guía en estos primeros días en la isla de los Dioses. Se presenta a la familia en castellano, porque tenemos la suerte de que es uno de los pocos guías de Bali que habla nuestro idioma. De primeras nos parece curiosa su vestimenta, pero después nos daremos cuenta que es como visten los hombres balineses, con pareo, camiseta y su turbante tan característico. Ya os enseñaremos alguna foto más adelante para que le pongáis cara.
Nos subimos a la furgoneta, motor en marcha y ponemos rumbo a nuestra primera parada: el Templo Taman Ayun. Este templo está situado en el pueblo de Mengwi. Para llegar hasta allí desde Ubud nos espera un trayecto de poco más de una hora. Y en los primeros minutos, aprovechamos para observar bien y con la luz del día el pueblo en el que nos alojamos. Recordar que ayer llegamos a Ubud cuando ya era de noche, por lo que no pudimos ver muy bien el entorno. Y hay que decir que es precioso, un pueblo lleno de encanto.
El trayecto pasa rápido y por fin llegamos a las puertas del primer templo balinés que visitaremos: Pura Taman Ayun. Este templo está rodeado de un foso que parece un santuario ajardinado, de allí el nombre de taman que significa jardín, y ayun que significa bonito, Jardín Bonito. Somos de los primeros turistas en llegar. Su horario de apertura es de 08:00H a 18:00H y la entrada al templo tiene un precio de 15k IDR (1,03€). Y nada más pisar el templo, no nos perdemos detalle de nada. Observamos todo lo que vemos a nuestro alrededor con los ojos bien abiertos y escuchamos con detalle todas las explicaciones de Mela. Esto es precioso. Nunca habíamos visto en nuestra vida una arquitectura como esta. ¡Es única! ¡Y llena de belleza! Vemos el templo al completo, sus jardines verdes, sus estanques de agua llenos de flores de loto y sus grandes puertas.
Después rodeamos la parte central del templo, ya que no podemos acceder a su parte interior que está reservada al culto. Desde el muro externo podemos ver el patio interior dónde hay situadas numerosos meru, altares en varios niveles.
Y felices por haber visto ya nuestro primer templo balinés, ponemos rumbo a otros de los más conocidos de Bali: Pura Ulun Danu Bratan. Pero antes hacemos una parada para conocer el famoso café Luwak, uno de los cafés más caros del mundo, un café autóctono de Bali. No sé si habréis escuchado hablar de él, pero yo tengo que confesar que hasta que empecé a leer cosas de Indonesia y de Bali, no sabía de su existencia.
Es una café que se hace de los excrementos de gato. Nos enseñan unas jaulas en las que hay varios gatos durmiendo, una especie de felino que duerme de día y vive de noche. En realidad su aspecto no es de gato, pero ellos nos lo explican como si de un gato se tratara. Los alimentan con café y el método consiste en recoger sus excrementos y separar los granos de café, que posteriormente pelan y tuestan. Y el resultado es uno de los cafés más exquisitos del mundo. ¡Delicioso!
A parte de este café se pueden degustar de forma gratuita muchísimos otros tipos de café y té. Y nosotros amablemente los probamos. La verdad es que estaban riquísimos, los que más nos gustaron fueron el café de coco, mocha, ginseng y el té de jengibre.
Por cierto, se me había olvidado contaros que durante esta visita nos encontramos con una familia de Borneo que se quiso hacer un book de fotos con todos nosotros. Según nos dijeron era la primera vez en su vida que veían turistas y como les sorprendimos muchísimo por nuestro aspecto, nos pidieron fotos a todos los miembros de la familia. Llenaron sus móviles haciéndose fotos con nosotros. ¡Un momento muy divertido!
Tras el café Luwak, nos iremos hasta Bedugul, donde visitaremos el Templo Ulun Danu Bratan, situado en el lago Bratan, de ahí su nombre. El segundo lago más grande de Bali y una visita obligada. El horario del templo es de 07:00H a 17:00H y la entrada tiene un precio de 15k IDR (1,03€) y si vas en moto o coche hay que abonar un suplemento de 5k IDR (0,34€) para el parking. El día ya está más avanzado y ya se ven muchos más turistas que en el templo anterior. Nada más entrar nos encontramos con un pabellón a nuestra derecha donde hay un concierto de música típica en directo. Nos acercamos y estando allí de pie me invitan a formar parte de la banda. Así que yo sin vergüenza ninguna me siento a su lado y me pongo a tocar el chen chen, un instrumento típico que se parecen a unos platillos. Intento seguir el ritmo al que suena la canción que tocan y la verdad es que no se me da nada mal.
Tras este momento musical que nunca olvidaré, empezamos a caminar por el interior del templo hasta llegar a la zona más bonita del lago. Allí te encuentras con una preciosa estampa: el enorme lago con las espectaculares montañas al fondo y el templo principal sobre una pequeña isla completamente rodeada de agua. Y a su lado un pequeño meru hindú. Viendo esta imagen no es de extrañar que sea considerado como uno de los más bellos de toda Bali.
El Pura Ulun Danu Bratan está dedicado a la diosa de las aguas, Dewi Danu. Acoge miles de ceremonias al año. El templo está lleno de gente balinesa que se acerca a rezar y a ofrecer sus ofrendas a la diosa.
Y de aquí, nos vamos a conocer la parte más rural y agrícola de Bali. Nos vamos directos a Jatiluwih. A contemplar otra de las estampas más bonitas de la isla, sus terrazas de arrozales. Nos sorprende que para entrar en esta zona hay que pagar una especie de “peaje”, 10k IDR (0,69€) por persona y 5k IDR (0,34€) por vehículo. Hoy es el primer día y estamos descubriendo cosas de Bali, que al cabo de los días se convertirán en normales. Para entrar en cualquier pueblo considerada zona turística siempre deberemos pagar, aunque la cantidad si la conviertes en euros es mínima.
El nombre de Jatiluwih está formado por dos palabras, jati que significa realmente y luwih que significa bello, bueno, especial o hermoso. Y lo es, es realmente un lugar precioso y especial. Son las primeras terrazas de arrozales que vemos con esta perspectiva panorámica. Nunca antes habíamos visto un paisaje igual.
Pero antes de perdernos entre estos arrozales, es hora de comer y Mela nos deja en uno de los varios restaurantes que se encuentran en Jatiluwih y que cuentan con unas maravillosas vistas. Era un restaurante con buffet y la verdad es que ni nos apuntamos su nombre porque fue realmente malo. El peor sitio de todo el viaje sin ninguna duda. Imaginamos que es porque es una zona muy turística y la calidad brilla por su ausencia. Comer no comimos bien, pero sí pudimos admirar las vistas a los arrozales que abarcan todo el paisaje de la Bali Meridional.
Después de comer, decidimos dar un buen paseo por los arrozales sin rumbo fijo. Y es que allí no hay indicaciones, hay que seguir un poco el instinto de cada uno. Es como un laberinto. ¡Fue un paseo diferente y muy divertido! Teníamos que saltar riachuelos de agua, subir y bajar escalones de tierra resbaladizos, nos metimos por senderos sin salida, teniendo que volver atrás para poder coger otro camino… Como he dicho, un paseo diferente y muy divertido. Pero al final, perdiéndote es la mejor forma de descubrir sitios únicos y dejarte sorprender por el paisaje que te vas encontrando a tu paso. Todo verde y envuelto por los sonidos de ranas y agua, un ambiente único.
Nos encontramos también con agricultores locales que posaban con una gran sonrisa en la cara para que los fotografiáramos. Así son los balineses, reservados y tímidos, simpáticos, amables y siempre dispuestos a regalarte una sonrisa.
Tras este fantástico paseo, nos subimos de nuevo al coche dirección a la última parada del día. Vamos a disfrutar de nuestro segundo atardecer en Bali y qué mejor forma que disfrutarlo en el Templo Tanah Lot, uno de los más fotografiados. Y llegando ya nos damos cuenta de que no somos ni mucho menos los únicos que hemos elegido terminar el día allí. Un gran caravana de coches y motos espera para entrar. El horario de este templo es de 07:00H a 19:00H y el ticket cuesta 30k IDR (2,06€) y 5k IDR (0,34€) por el aparcamiento.
Nada más cruzar la puerta de entrada, ya ves el precioso océano Índico como telón de fondo. Y justo a la derecha te encuentras con la primera gran imagen de la tarde: el Pura Batu Balong, un pequeño santuario que se encuentra ubicado encima de un puente de roca natural. Una auténtica maravilla que no podíamos dejar de observar y fotografiar. Parecía una imagen sacada de un precioso cuadro y que estábamos viendo en vivo y en directo. La luz de esa hora hacía que la silueta del templo y del puente resaltara sobre el fondo.
Y al otro lado del acantilado estaba el protagonista del día: el Pura Tanah Lot o el Templo de Tierra en Medio del Mar, construido en el siglo XVI y dedicado a los espíritus guardianes del mar. Quedaban escasos minutos para la puesta de sol y era impresionante ver la cantidad de gente que iba andando por encima de las rocas hacia el templo. Parecía un día de peregrinación.
Nosotros también queríamos verlo de cerca, así que bajamos hasta abajo. Y es que lo que hace único a este templo es que se erige sobre una enorme roca que a ciertas horas del día queda rodeada por el mar. Para poder ver el Pura Tanah Lot rodeado de agua hay que visitarlo durante la mañana, porque si prefieres verlo al atardecer, como nosotros, no lo verás en su esplendor rodeado de agua. Pero realmente es precioso de ambas formas. Nosotros preferíamos disfrutarlo al atardecer y la verdad es que fue todo un espectáculo. Y cogimos posiciones para disfrutarlo y poder verlo con el sol escondiéndose por detrás suyo. Vivimos un momento mágico.
Fue sin duda para nosotros el mejor atardecer de todos los que vivimos en Bali. Y ya con el sol escondido, abandonamos el que ha sido el último punto de nuestra fantástica ruta del día de hoy. Nos queda un camino de más de 2 horas por delante hasta llegar a nuestro hotel en Ubud. Llegamos y nos vamos rápidamente a la ducha porque no queremos que se nos haga otra vez tarde como la anterior noche. Hoy sí vamos a probar uno de los restaurantes que tenemos en nuestra guía de recomendados. El Café Wayan & Bakery nos espera. Llegamos y sin reserva previa nos dan una mesa en una especia de palafito semi-descubierto en la que había solo dos mesas y nos teníamos que sentar en el suelo con cojines y entrar descalzos. El ambiente es muy tranquilo y el servicio muy atento. Tiene una carta muy variada y teníamos claro que queríamos olvidar la mala experiencia de este medio día y queríamos degustar comida balinesa. Y acertamos porque estaba todo riquísimo. Yo me pedí un satay, un plato muy típico de la región que consiste en pinchos de pollo con salsa de cacahuetes acompañado de arroz. ¡Me encantó! Y Juanjo optó por unas deliciosas gambas a la barbacoa, también muy ricas. De beber no podíamos pedir otra cosa que cerveza Bintang y de postre unos deliciosos rolls de bannana.
En total la cena nos costó 169k IDR, unos 12€ por persona. Si en vuestro viaje a Bali visitáis Ubud, tomad nota del nombre de este restaurante Café Wayan & Bakery, porque se come de maravilla. Os dejamos más abajo su ubicación exacta en el mapa.
Y después de esta cena tan rica, terminamos la velada paseando por las calles de Ubud hasta llegar a nuestro hotel. Un consejo, llevad siempre con vosotros o un móvil con batería y linterna, o sino una linterna. Las calles más alejadas del centro de Ubud no tienen luz y caminar por ellas sin ver nada es un tanto peligroso, no están asfaltadas y están llenas de baches. Así que una linterna en la mochila nunca viene mal.
Así acaba nuestro primer día completo por Bali. Hemos empezado fuertes y nos marchamos a dormir pensando en todos los sitios que hemos descubierto, recordando los preciosos templos que hemos visto, los pueblos por los que hemos pasado con el coche, los primeros arrozales por los que nos hemos perdido y lo mejor de todo, ese fantástico atardecer que nos ha regalado ya esta isla. Un lugar que poco a poco ya nos está enamorando.
Mañana nos toca también un día muy completo, desayuno con vistas al volcán Batur y excursión en bicicleta por pueblos rurales del corazón de Bali. Y por la tarde por fin recorreremos de día las calles de Ubud. ¡Buenas noches Bali y gracias por este gran primer día!
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6 comentarios
Que recuerdos me trae vuestro post ! Los templos son espectaculares y la gente muy especial ,buenas noches chicos 👌🏻
Oh, tú siempre ahí comentando y leyéndolo todo! Me encanta recibir estos mensajitos de gente que pierde su tiempo leyendo lo que escribo y si ya consigo trasladarlos hasta allí y traerles recuerdos, es lo mejor! Gracias guapa como siempre! Besos!
Juanjo y Marta.
Que bien nos va a ir toda vuestra info para el viaje!!!! 🙂
Podriais facilitar el contacto del guia?
Mil gracias!
Buenas Carla! jeje Para eso está, para que lo exprimáis a tope y organizar súper bien vuestro viaje a Indonesia!
Ya tienes en tu email el contacto del guía en castellano de Bali! Os encantará el país, nosotros estamos enamorados!
Un abrazo desde Filipinas
Marta
Días llevo cotilleando vuestro blog. Sobre todo la parte de Bali que es dónde estoy más perdido jeje!!
Buenas Pablo! No te preocupes, que lo mejor de sitios como Bali es perderse sin rumbo fijo. Deja que te sorprenda!
Un abrazo,
Marta.