Y después de esta toma de contacto con la cultura balinesa, ponemos rumbo al templo más importante y el más grande de la isla: el Templo Madre Besakih. Situado a casi 1.000 metros en las laderas del Gunung Agung, volcán que tuvo su última explosión en el año 1963. Fue fundado en el siglo VIII como un santuario en terrazas al honor de los dioses de la montaña que lo coronan. Comprende un total de 22 templos independientes pero todos situados en el mismo recinto.
El horario de este templo es de 08:00H a 17:00H y la entrada son 15k IDR (1,03€) y como siempre 5k IDR (0,34€) por vehículo. Como ya va siendo habitual, en este templo no se permite la entrada a las personas que enseñan las rodillas. Por lo que hay dos opciones, alquilar o comprar un sarong, la tela tipo batik/pareo que hay que ponerse para taparse rodillas y piernas. Como hoy visitaremos un par de templos, preferimos comprarnos un sarong y así también llevárnoslo como recuerdo de Bali a casa.
Hay muchísimas tiendas y souvenirs de ropa desde el parking hasta la entrada al templo, así que hay una gran variedad donde elegir. Nos probamos unos cuantos y finalmente elegimos los nuestros. Pagamos por dos 200k IDR, nos salió cada uno por unos 6€. Seguro que podríamos haber regateado más, pero al final uno se cansa un poco y accedes a pagar lo que te piden. Así que felices con nuestra compra y nuestras preciosas faldas entramos por fin al gran templo.
Lo primero que te encuentras nada más entrar es una gran escalinata que da acceso a la puerta del templo más grande de todo el conjunto, llamado Pura Penataran Agung. La estampa que se observa desde allí abajo es preciosa con la gran escalera, la puerta más arriba, todo rodeado de naturaleza llena de color y de fondo el impresionante volcán. Una imagen que transmitía muchísima paz y tranquilidad.
Nos disponemos a conocer el templo más a fondo y lo hacemos subiendo por sus escaleras laterales. Entramos a la parte central y lo observamos desde un lado, ya que no se nos está permitido movernos por según qué zonas. Después, subimos varias escaleras más para ver otras partes del Madre Besakih.
Nos encontramos con un grupo de niñas balinesas que debían tener unos 5 años y que vendían postales. Una de ellas nos siguió durante un buen trozo y nos soltó un discurso en español que nos dejó boquiabiertos. Madre mía, no podíamos irnos de allí sin darle dinero y dejar que nos enseñara sus postales. Así que nos enseñó todas las que llevaba y le compramos varias, tanto a ella como a sus amigas, algo que no le sentó nada bien.
Y desde allí arriba pudimos ver el templo desde otra perspectiva, lo vimos desde detrás y a una altura que ofrece otra instantánea completamente diferente pero no por ello menos bonita. Lo miraras desde donde lo miraras la belleza era la misma.
Nos encontramos con muchísima gente local, familias enteras, todas ellas vestidas de blanco y cargadas de ofrendas para sus dioses. Siempre con una gran sonrisa en sus caras. ¡Son simpatiquísimos!
2 comentarios
Que belleza de lugar!, nosotras morimos por ir de una vez por todas a Asia y a Bali (See you later aligator!).
Excelente entrada!!
Un abrazo
Muchas gracias por el comentario! Sí, Asia es precioso y qué vamos a decirte de Indonesia y de Bali…! Cuando podáis, no dudéis en viajar hasta allí porque os enamoraréis. Muchísimas gracias y felices de tener a gente nueva por aquí!
Un abrazo desde Mallorca!
Marta.